Chisme
¡Ay, ay, ay! ¡Agárrense bien los sombreros compadres! Resulta que en la mañana de ayer, ahí por la Avenida de Las Américas, a la altura de la calle Naciones Unidas, en la Colonia El Esfuerzo, se armó un zafarrancho de camiones y carritos. ¡No sé si fue un desfile o un chocorrol, pero la cosa estuvo buena!

Resulta que un tal Lenin Mar Morales, ¡qué nombre tan largo, compadres!, ahí, manejando su Dina volteo, ¡una máquina de las antiguas, oigan bien!, se encontró con un Nissan March azulito, modelo 2017, bien presumido, estacionadito como un niño bueno en la escuela. ¡Pero oh, sorpresa!, Lenin y su camionota decidieron tener una cita de hierro y metal en plena avenida. ¡Ay, compadres, el romance automovilístico no terminó bien!
La cosa es que el Dina de Lenin, año 1992, ¡más viejo que la abuela de mi tía Chonita!, se fue de fiesta y chocó contra el March. ¡Y se armó el bailongo! Placas por aquí, placas por allá, y al final, ahí quedaron, amontonados como los platos sucios después de la cena de Navidad.
Lo chistoso es que, afortunadamente, no hay gente lesionada. ¡Menos mal! Ya me estaba viendo yo diciendo: «¡Ay, madre mía, estos carros están más locos que una chiva en una tienda de porcelana!» Pero no, por suerte, solo hubo choque y arrugones de metal.
Las autoridades, que no son tontas, llegaron al rescate y empezaron con sus peros y pericias, tratando de averiguar quién bailó mal la cumbia y causó este desorden vial. ¡A seguir el ritmo de la ley, compadres!
Así que ya saben, amiguitos conductores, agarren el volante con fuerza, respiren profundo, y sobre todo, ¡no se pongan a bailar el «balón parado» en plena avenida! ¡Que el asfalto no es pista de baile, compadres! ¡Hasta la próxima, que la carretera los cuide y los llene de aventuras!

