¡Aguas! ¡Se armó el zafarrancho en la calle Arista, entre las calles Jiménez y Nuevo Tuxpan! ¡Ya sé enteraron, parientes! A eso de las 13:53 horas del sábado, un flamante Nissan tipo estacas, azulito y del modelo ’99, se puso medio loquito y decidió hacer acrobacias sin boleto. ¡Ay, bendito!

Resulta que el señor Raúl Pancardo Cobos, que seguro es más listo que una ardilla en una biblioteca, fue testigo de este show automovilístico. Según él, el conductor del bólido perdió el control, como cuando intentas atrapar un taco volador, y terminó subiéndose a la guarnición, ¡y zaz!, el carro decidió darle la vuelta como en la feria.

Pero no se asusten, mi gente, que todo está bajo control. Por suerte, no hay lesionados en este número circense sobre ruedas. ¡Menos mal que no se convirtió en una función de trapecistas y payasos!

Los rescatistas llegaron más rápido que el chisme en la vecindad y, gracias a que no había mucha gente merodeando, la cosa no pasó a mayores. Las autoridades locales están haciendo sus malabares para entender cómo el Nissan decidió volverse acróbata urbano.

Mientras tanto, el tráfico por ahí anduvo medio patas pa’ arriba, así que aguas con los volantines, compas. ¡Vayan con calmita y sigan las señales de los polis pa’ que no terminen haciendo giros inesperados!

Esto nos deja una lección, amigos: ¡cuidado con las volteretas al volante! La prudencia nunca está de más, y más vale llegar tarde que volar por los aires. ¡Hagan el favor de andar con ojo avizor, compadres, que la vida es como un volado y nunca sabemos en qué momento nos toca bailar!