Chisme
¡Ay, qué tranza, banda! Les cuento que en el mero centro del plato, la tarde del viernes pasado se armó un borlote tremendo en la avenida Benito Juárez. Resulta que María de la Luz, de 53 años, vecina de la colonia Los Mangos, estaba cruzando la calle como quien no quiere la cosa, cuando ¡pum! la embiste un taxista¡Qué manera de zarandearse!

El chófer del taxi, más perdido que un pulpo en un garaje, dice que ni cuenta se dio de que María estaba cruzando la calle. ¡Ahí te voy, compadre! Ni que fueras invisible, ¿no? María de la Luz terminó toda estropeada, con sus huesitos como chicharrón en salsa verde. Parece que la pierna derecha la tiene más hecha trizas que un chisme de lavadero.
¡A huevo que llegaron los de la Cruz Roja Mexicana en su ambulancia relámpago para llevarse a la señora al Hospital Militar! Ahí la estabilizaron como pudieron, porque la doña andaba más revuelta que aguachile con hielo.
Los polis de Tránsito Municipal también llegaron al escenario del drama para hacer sus chambas. Se llevaron al chofer del taxi a sus oficinas, a ver si le bajan de las nubes y le explican cómo funciona eso de manejar sin chocar a la gente. La raza que pasaba por ahí se quedó con la boca abierta, mirando el desmadre vial.
Así que ya saben, compas, tengan cuidado al cruzar las calles, porque nunca falta el despistado que maneja como si estuviera jugando al Mario Kart en la vida real. ¡A cuidarnos todos y a respetar las señales, no vaya a ser que terminemos más chafas que un refresco sin gas! ¡Hasta la próxima, banda!

