Chisme
¡Zas, pum, crash! ¡Ay, compadre! en la subida al puente Tuxpan, ¡se armó tremendo borlote entre dos camionetas que querían bailar cumbia pero terminaron chocando como chayotes en el mercado! ¡Qué cosa más triste, mi buen!
Resulta que en la congregación de Santiago de la Peña, allí por Tuxpan, dos carromatos se dieron un besito no planeado. Una Chevy Silverado blanquita, como la nieve de diciembre, y una Ford Ranger azulita, como el cielo en un día despejado.
Pero, agárrense los sombreros, porque el pobre del conductor de la Ford Ranger terminó más embrollado que una madeja de lana. Lo llevaron a atender con los médicos de MEDEVAC, ¡y mira tú, decide no ir al hospital! ¡Hombre de pelo en pecho, debe ser! Los paramédicos le dicen «vas al hospital» y él responde «¡ni madres, compadre!»
El choque hizo que la carretera se pusiera más lenta que un tren en reversa. ¡Caramba, el tráfico se extendió como chisme de lavadero! La gente pitando, gritando y haciendo gestos como si estuvieran bailando salsa en medio de la avenida. ¡Qué show, compadre!
Y para acabarla de amolar, la Guardia Nacional División Carreteras se tardó más que una tortuga con muletas en llegar al lugar. ¡No manches, compadre, así no se puede! Pero bueno, ya sabes cómo es esto, más vale tarde que nunca, dicen por ahí.
En fin, las autoridades andan diciendo que hay que manejar con cuidado, como si estuvieran regañando a los niños en la escuela. ¡Pórtense bien, compadres, y manejen con el respeto que se merece la carretera, no sea que terminemos todos chocados como piñatas en posada! ¡Ahí te hablan, mi buen!