Chisme
Cara a cara con el fierro: Guillermo Carrillo, el protagonista inesperado en la épica construcción de la antena de Starlink
¡Ay, qué tal mis queridos amigos y amigas! Les traigo una noticia que ha dejado a todos con el ojo cuadrado y el alma en un hilo, ¡sí señor!
Resulta que en Tuxpan, Veracruz, un trabajador chambeador, de nombre Guillermo Carrillo Saucedo, ¡imagínense nada más!, se encontraba metido en la construcción de una torre pa’ una antena de esas modernas, de esas que dicen que te traen el internet como si estuvieras en el cielo, ¡ajúa!
El pobre Guillermo, vecino de la Colonia Aviación Vieja en Poza Rica, estaba todo entusiasma’o dándole al martillazo y al clavazo para poner en pie esa antenita de Starlink que va a llevarnos hasta el infinito y más allá. Pero agárrense, la cosa se puso seria, ¡sí señor!
Resulta que en la subestación eléctrica «El Esfuerzo», pegadita a la colonia Vista Hermosa, a Guillermo se le atravesó un fierro que le fue directito a la cara, ¡zas!, como esas cosas que pasan cuando menos te lo esperas. Imagínense, estaba él ahí, tan campante, y ¡pum!, el fierro que decide darle una visita sorpresa.
Pero oigan, que no cunda el pánico, que para eso están los héroes sin capa del servicio de ambulancias CAMD, ¡bravo! Llegaron volando como ángeles de la salud y encontraron a Guillermo en el suelo, ¡así como cuando se cae uno de la cama, pero más aparatoso!
Por suerte, el compadre Guillermo estaba consciente y orientado, con una herida en el maxilar izquierdo y un dolor de cuello que hasta las águilas volando podrían sentir, ¡caray!
Lo agarraron, lo inmovilizaron, y se lo llevaron de volada al Hospital II Torres, ¡a ver si le ponen un parche a ese fierro traicionero! Pero oigan, que no se me espanten, porque los signos vitales de Guillermo están en modo fiesta, ¡y eso es un alivio, compadres!
La empresa HG Construcción y Mantenimiento, junto con las autoridades, van a hacer una investigación pa’ ver qué demonios pasó y cómo evitar que esto se repita, ¡porque nadie quiere un martillazo en la cara mientras trabaja, eso está claro!
Así que aquí estamos, todos los vecinos, colegas y hasta el gato del barrio, mandando buenos deseos pa’ Guillermo Carrillo Saucedo y su familia. ¡Ánimo compadre, que te pongas bueno pronto y vuelvas al ruedo! ¡Y que la próxima vez, el fierro se quede en su lugar, lejitos de las caras honradas que solo quieren llevar el internet hasta el fin del mundo! ¡Ajúa!