Chisme
¡Ay, compadres y comadres! Les cuento que el otro día, ahí por las 11:40 de la noche, en la esquina de mi barrio en la Adolfo López Mateos con la Calle Progreso de la Colonia Azteca en Tuxpan, Veracruz, hubo tremendo alboroto. Sí, sí, agárrense que les cuento…
Resulta que el señor Roberto Blanco Pérez, un vecino de la Colonia Escudero, andaba paseando su nave, una camionetota Ford F150 verde, cuando de repente, ¡pum!, se enredó con un Nissan Tsuru rojo que manejaba el compa Esteban Hernández Escudero. ¡Chin! ¡Se armaron el taco, compadres!
No sé qué le pasó al señor Blanco Pérez, pero de repente se le antojó invadir el carril de circulación preferente. Y como que al compa Esteban no le gustó mucho la idea, porque ¡zas!, chocaron con ganas. El Tsuru salió volando como papel en el viento y fue a dar contra una jardinera que resulta que es de una tal Hilda Gas. ¡Ay, mi madre!
La cosa se puso fea, compadres. Los servicios de emergencia llegaron volando en sus patinetas de rescate. Agarraron al pobre Esteban, que resultó ser el más perjudicado, y lo llevaron a que lo chequearan en el hospital más cercano. Menos mal que el señor Blanco Pérez no sufrió muchos raspones, ¡ahí sí se salvó!
Los polis también llegaron al jale para poner orden y averiguar qué pasó exactamente. La zona quedó acordonada, como si fuera un set de filmación de película de acción, y los de limpieza estaban batallando con los escombros que dejaron regados por ahí.
Así que ya saben, compadres y comadres, cuídense en la carretera. Respeten las señales y manejen con juicio, porque si no, se arma el desmadre y luego estamos como en esta película de acción en Tuxpan. ¡Hasta la próxima, amigos! ¡Que estén bien y no se les atraviese un Tsuru rojo de repente! ¡Ay, cabrón!