Chisme
¡Agárrense los calzones, mi gente! Les tengo una noticia que parece más enredada que los diálogos de mi tía Trini cuando le preguntan algo sencillo. Resulta que un señor empleado de la famosa tienda Coppel, que se cree Toretto pero más bien parece que se inspiró en Mario Kart, protagonizó un espectacular choque en plena madrugada.
Resulta que este tal William Jesús, de 40 años, decidió hacer de las suyas manejando su flamante Volkswagen Jetta azul, como si estuviera en una película de acción, pero más bien terminó en un episodio de comedia. El lugar del percance fue la calle Galeana esquina con Xochitl, en la colonia Azteca, donde nuestro héroe del volante decidió hacer una hazaña digna de los mejores momentos de «Rápidos y Furiosos».
¡Pero aguas, mi buen! Resulta que este piloto de Coppel perdió el control de su Jetta por andar más rápido que un chisme en la vecindad. Y así, como el que no quiere la cosa, se estrelló contra no uno, sino dos postes. Sí, escucharon bien, dos postes fueron testigos de esta hazaña digna de un premio al mejor comediante automovilístico.
Los postes afectados fueron uno de Telmex y otro de alumbrado público del Ayuntamiento de Tuxpan, que ahora deben estar pensando en ponerle freno a este conductor de película. El coche de William Jesús quedó más arrugado que una receta de mi abuela, pero aquí viene lo bueno, amigos: ¡el tipo salió ileso! Parece que la suerte estaba de su lado o que el Jetta estaba hecho de gomaespuma.
Dicen que el empleado de Coppel se dirigía a su casa en la Colonia Rosa María, pero parece que confundió la avenida con una pista de carreras. Las autoridades, como buenos directores de esta película de enredos, llegaron al lugar, pusieron orden y solicitaron la presencia de los especialistas en chismes de tránsito.
El perito en turno, que debe ser el Sherlock Holmes de los choques, se puso su lupa y comenzó a investigar el desmadre vial. Aseguraron el auto y la zona para evitar más desgracias, pero con esta historia, creo que ya tenemos comedia para rato.
Así que ya saben, muchachos, más vale andar con cuidado en las calles, porque nunca sabes cuándo te puede salir un «Toretto» de Coppel que quiera hacer historia chocando contra dos postes. ¡Hasta la próxima, cuates!