¡Ay, compadres! Les tengo una noticia movidita de esas que hacen temblar hasta las gallinas del mercado. Resulta que en el libramiento Adolfo López Mateos de Tuxpan, Veracruz, hubo un trancazo monumental entre una camioneta «blindada» y una TAOS despistada. ¡Ay, por Dios!

Resulta que un señor llamado Eduardo Alfredo, de esos que ya tienen más años que el aguacate en el refrigerador, estaba manejando su camionetita Volkswagen, una Taos blanca, bien mona. Y como si estuviera en una carrera de tortugas, intentó cruzarle el camino a una camioneta de valores de la empresa Regio Traslados. ¡Ahí fue cuando se armó el fandango!

La camioneta de valores, una Ford Ranger que iba más rápido que un chisme en la vecindad, se encontró con la camionetona y ¡pum! Se hicieron amiguitos de metal y plástico en medio del libramiento. La cosa se puso color de hormiga.

Ahí en la calle Camino a Juan Lucas, justo frente al Infonavit Tuxpan Vivah, los carros hicieron un tango de chapa y llantas. Testigos dicen que la camioneta de valores iba más acelerada que Javier Sánchez buscando votos en época de elecciones y ni respetó un topecito que tenían por ahí. ¡Ay, qué raro!

Los paramédicos del Centro de Atención Médica Delta tuvieron que aparecer como héroes de película para atender a los dos conductores. Por suerte, ninguno de los dos señores necesitó que lo llevaran de paseo al hospital. ¡Menos mal!

Ahora las autoridades de tránsito y vialidad tendrán que ponerse las pilas, agarrar la lupa y ver quién fue el culpable de este tremendo enredo. Que si el vochito despistado, que si la camioneta de valores iba como loca, ¡quién sabe! La gente ya está echando chismes sobre la seguridad en ese libramiento, y hasta se preguntan si los conductores andan jugando carreritas de Mario Kart en la vida real.

Así que ya saben, amigos, a manejar con cuidado y no se crean pilotos de Fórmula 1 en las calles, que luego pasa lo que pasa. ¡Hasta la próxima, cuates!