Chisme
¡Ay, compadres y comadres! Les cuento que en el bullicioso mercadito Héroes del 47 fue el escenario de un «revoltillo» un tanto peculiar. Resulta que la señora Reyna de 70 añitos, ¡sí, señores, 70 primaveras!, fue víctima de una escena sacada de una película de reversa y atropello.
La pobre señora, vecina del Infonavit CROC, se encontraba tan tranquila cerca del mercado municipal cuando de repente, ¡zaz!, una camioneta marca Ford tipo F150, de ese color vino que hasta dan ganas de brindarle, decidió echarse de reversa sin mirar atrás, cual galán de telenovela que abandona a la damisela.
La camioneta, sin placas de circulación, era conducida por un tal Zenón N., un jovenzuelo de 38 años que reside en la colonia Pozo 50 del municipio de Álamo. ¡Ahí nomás, a lo lejos, haciendo sus malabares al volante! Dicen que Zenón, más perdido que una aguja en un pajar, no se dio cuenta de la presencia de la señora Reyna y ¡zas!, la atropelló sin contemplaciones.
Para nuestra damisela de 70 años, el resultado no fue un día de campo precisamente. Con contusiones aquí y allá, la pobre señora tuvo que ser socorrida por los paramédicos del Centro de Atención Médica Delta, que la llevaron a toda velocidad a la clínica particular conocida como Centro Médico Tuxpan. ¡Ahí sí que los doctores le sacarán brillo!
Por si fuera poco, los valientes elementos de Tránsito Municipal no se quedaron de brazos cruzados y aseguraron la camioneta y al piloto despistado, ese Zenón, para que se hiciera cargo de los gastos médicos. ¡Que pague la cuenta el que rompió la piñata, compadres!
En fin, así terminó este enredo en las calles de Tuxpan. ¡Cuidado con las reversas, amigos y amigas, que nunca se sabe cuándo nos toca bailarle a la desgracia! ¡Ay, Cabrón, qué haríamos sin tus giros verbales para contar estas historias tan peculiares!